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El arquitecto y la situación de la vivienda en Colombia


Para la mayoría de las personas llega un momento en su vida en donde desean independizarse, adquirir su propia vivienda con su pareja e hijos, o buscar un espacio para vivir solo. En esta etapa, solemos ser ambiciosos y soñar con las mejores cosas; una casa con jardín, garaje para el auto, una gran habitación principal, una ubicación que quede cerca a todo lo que necesitamos (nuestro lugar de trabajo, nuestros espacios de recreación y ocio favoritos, etc.). Es el momento de plasmar nuestra identidad en el lugar que habitamos, y poder apropiarnos y sentirnos satisfechos haciendo de nuestra casa el lugar perfecto para nosotros.


Cuando las personas se encuentran en proceso de adquirir su vivienda existen dos posibilidades: la primera, desean adquirir una casa nueva, o un apartamento nuevo, amplio y bien localizado, y la segunda es adquirir un inmueble usado a buen precio, que se acerque a lo que queremos tener. En ambos casos, las decisiones que tomen implicarán un impacto trascendental en el modo de vivir en un lapso a futuro de, por lo menos, unos 15 años, considerando que es el plazo promedio que brindan los bancos para el pago de un crédito de vivienda en Colombia.


Teniendo en cuenta la gran inversión de capital que está por realizarse, y el impacto de esta adquisición en nuestra vida, ¿no deberíamos asesorarnos mejor a la hora de dar este gran paso? Bueno, es aquí cuando la mayoría de las personas se dejan influenciar más por las cuestiones económicas que por otras circunstancias. Terminamos sacrificando toda la inversión en una vivienda acorde al presupuesto, pero en una ubicación complicada y un área que no cumple con las expectativas, y la idea de comprar los acabados de aquel hogar, probablemente tomará unos cuantos años antes de llevarse a cabo.


Y es que esta situación es más común de lo que uno cree, porque el principal obstáculo no es solo el económico, sino una cuestión que afecta todo el sector inmobiliario del país, en donde vemos que cada proyecto nuevo tiene menores áreas y más costos. Observamos que, poco a poco, la vivienda unifamiliar se convierte en un lujo, y cada vez se ven más torres de ladrillo de 5 a 22 pisos de altura que no tienen nada que envidiar a ninguno de los otros proyectos de alrededor, porque son prácticamente iguales.


Imagen aérea del proyecto Ciudad Verde. Sitio original de la imagen.


Si miramos el ámbito de la vivienda unifamiliar, no es muy distinto; la gente suele considerar que el diseño de una casa no requiere mucha ciencia: unos cuantos bocetos y esquemas, una conversación con el maestro de obra, y en unas cuantas semanas saldrá, bien o mal, el proyecto. La cultura de la construcción informal está muy arraigada en los barrios de las ciudades colombianas, y la tradición de la construcción del maestro de obra implica un riesgo altísimo en el mal uso de la técnica y la no aplicación de las normativas nacionales.