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¿Cómo cotizar un modelo bim?

Poco a poco se vuelve más habitual ver la metodología BIM como requisito en los pliegos de licitación de proyectos y en los requerimientos de gestión de diseños y obras. Y es que BIM está ganando popularidad debido a sus múltiples beneficios. Este requerimiento para aquellos que desean participar en el diseño y la construcción de nuevas edificaciones implica contar con el personal capacitado para desarrollar los modelos, y ser conscientes del costo en tiempo y recursos que esta nueva labor demanda.


Este punto se convierte en una debilidad para aquellas empresas que recién han iniciado en la implantación de la metodología en sus procesos. Aunque se cuente con la experiencia de cotizar un diseño de un proyecto desarrollado de forma tradicional, apuntar a un modelo BIM requiere de analizar todos los factores que pueden afectar el resultado final, y el tiempo que necesitamos invertir. Es por eso que en este artículo he decidido explicarte las principales consideraciones que debes tener al momento de cotizar un proyecto bajo la metodología BIM.


Cabe aclarar que los puntos mencionados en este artículo solo consideran las actividades de modelado y coordinación mediante BIM, dado que aparecerán más puntos a tener en cuenta en el ámbito del diseño y la construcción.

Especialidades a modelar


Pensar en BIM es pensar en integración de especialidades. A diferencia del desarrollo de un proyecto en CAD, al hablar de BIM debes pensar en la posibilidad de contar con un archivo que contenga más de una disciplina y la participación de varios grupos de diseño.


Dentro de un proyecto BIM tradicional se pueden encontrar mínimo 4 modelos BIM: Un modelo arquitectónico; desarrollado por el equipo de arquitectura, sobre el cual se marcará la pauta para los demás diseñadores. Un modelo estructural que se empalmará con la arquitectura y permitirá determinar los elementos portantes que requiere el edificio. Un modelo urbanístico; este permitirá identificar el emplazamiento del proyecto en la topografía existente, así como representar el paisajismo que complementará el exterior del edificio, y la relación con los edificios circundantes y las redes existentes. Finalmente está el modelo MEP; este puede ser uno o varios modelos donde se podrán identificar las instalaciones contempladas en el proyecto, y permitirá verificar el comportamiento de las redes con relación a la arquitectura y la estructura.


El manejo de distintos archivos BIM en un solo proyecto facilita la manipulación de los modelos por parte de varios colaboradores, así como aligera el tamaño de los archivos. En algunos casos, los modelos no solo se segmentan por especialidades, sino también por edificios y/o etapas constructivas. Imagen del autor.


Determinar cuántos modelos necesitas crear es importante para validar de entrada el tamaño del equipo de trabajo. No será lo mismo crear un modelo arquitectónico de una vivienda unifamiliar que los diseños MEP de un edificio de oficinas.