Impresión 3D de maquetas y arquitectura
Dentro de la profesión del arquitecto existen múltiples disciplinas que son necesarias para llevar a cabo un proyecto. Todas estas ramas son indispensables cuando estamos en la universidad, dado que nos enseñan todos los campos que se deben cubrir al momento de desarrollar nuestro oficio, desde el dibujo de planos y la maquetación, hasta el conocimiento técnico-constructivo y la sensibilidad espacial para poder determinar la calidad de un edificio.
Con el paso del tiempo, y el avance de la tecnología, estás habilidades se han ido complementando con herramientas que nos permiten mejorar considerablemente el producto final. En este blog he hablado previamente de temas como lo son el uso de software BIM, los motores de renderizado, la aplicación de Realidad Virtual y Aumentada, y hoy es el turno de la impresión de maquetas en 3D.
Pero, ¿Qué es la impresión 3D?
Bueno, de seguro muchos habrán escuchado ese término en los pasillos de la facultad, o en alguna conversación con un arquitecto maquetista, pero a fin de cuentas es algo de lo que no conocemos mucho. Pues bien, la impresión o prototipado 3D es la posibilidad de crear modelos tridimensionales físicos a partir de un modelo digital. Esta técnica tiene muchísimas virtudes, las cuales explicaré más a fondo a continuación.
Tipos de impresión 3D
Primero vale la pena aclarar que existen varios tipos de impresión 3D, y cada una es un mundo totalmente diferente, pero hoy les hablaré de las más comunes y asequibles en el mercado de la maquetación: La impresión por estereolitografía (SLA) y la impresión por deposición de material fundido (FDM).
El primer tipo (SLA) funciona aplicando luz ultravioleta sobre un cubo de resina líquida, la luz irá solidificando la resina capa tras capa. Este tipo de impresión ofrece un acabado excepcional, pero tiende a ser un método pseudo-industrial y requiere mayores cuidados al momento de manipular la resina y los productos finales.
El segundo tipo es el que más me interesa; la impresión por deposición (FDM) es el proceso más asequible, consta de una impresora nutrida de un filamento plástico que se va fundiendo capa a capa sobre una superficie plana. Este método es muy práctico y, aunque no se obtiene la calidad de la resina, se pueden obtener resultados excepcionales desde que se sepa configurar bien la impresora.
Teniendo claro esto, entraré más en detalle acerca de los beneficios de la impresión para nosotros los arquitectos: